"La diversidad de la obra de Jesús Aguado, enemiga de seguir dos veces la misma estrategia estética, no invita precisamente a lanzarse a un examen de su compilación como si fuera un libro orgánico. Aguado ha practicado poesía amorosa, filosófica, lumpen, meditativa, racional, irracional, para niños, firmada, falsaria, en verso libre, en verso rimado, en haiku, en prosa; incluso su variedad más frecuente (poema meditativo en verso o versículo libre) admite muy distintos registros de un libro a otro, desde Primeros poemas del naufragio (1984) hasta su último poemario, Verbos (2010). La abundancia de su obra y las diferentes versiones secuenciales de la misma recomiendan ahorrar visiones reduccionistas al lector que se acerca a este agrupamiento, visiones por lo demás opuestas al natural mutante y sincrónico del autor,
que prefiere las verdades múltiples y los grupos de personas (y de personalidades dentro de ellas) a las unicidades y que es más heraclitiano que parmenídeo. Bastará, para acercarse a su poética, apuntar una serie de ideas globales, dejando que sean los propios poemas y sus diferentes tonos los que vayan haciendo su trabajo en la mente del lector."