El juramento de la pista de frontón (JPF) es el libro más vanguardista y arriesgado de John Ashbery. Equivalente poético a Las señoritas de Avignon en pintura o la Fontaine de Duchamp en escultura, el poemario fue recibido por la crítica con la misma incomprensión y perplejidad que estas obras. Hoy en día, JPF es un texto de culto y es imposible entender las vanguardias poéticas de la segunda mitad del siglo XX sin esta pieza angular. En JPF, Ashbery desarrolla un nuevo lenguaje y un estilo fundacional de toda su producción futura e incluso de una nueva corriente poética (language). Jamás el neoyorquino ha vuelto a ir tan lejos en su experimentación y jamás un libro suyo ha sido tan controvertido e influyente a la vez. JPF es una prueba del virtuosismo técnico aplicado a la poesía postmoderna: por muy alejados que sitúe los elementos, por muy fragmentado que a veces sea su tono, por poco convencional que sea la forma en que se ordena el lenguaje, el poema termina mostrando una unicidad inexplicable, misteriosa y maravillosa, plenamente lírica.