Inspirada en gran parte en los recuerdos de la infancia de la autora, «El molino del Floss» gira en torno al desigual destino de Tom y Maggie Tulliver, los hijos del molinero. A pesar de la inteligencia natural de Maggie, es Tom, por ser varón, quien recibe la educación y en quien el padre de ambos confía para hacer frente al futuro del molino. Cuando los niños se acercan a la juventud la desgracia económica cae sobre los Tulliver, y los hermanos se ven obligados a enfrentarse a las dificultades.
Maggie, alter ego de Eliot, es uno de los personajes más fascinantes de toda su producción, una mujer sensible y apasionada encerrada en un ambiente vulgar, monótono y, con frecuencia, ruin.
A pesar del patetismo progresivo de la novela, un fino humor, altamente crítico, está siempre presente. Considerada, después de «Middlemarch» (1871-1872), la mejor obra de Eliot, «El molino del Floss» refleja al igual que ésta, a través de los conflictos morales de sus personajes, la preocupación metafísica de la autora.