Gunnar Thorkild, huérfano de una princesa polinesia y un marino noruego, es un exalumno destacado, docente e investigador de antropología en la Universidad de Hawaii.
Según le ha explicado su abuelo, chamán y gran marino, incluye en su tesis doctoral la existencia de una isla desconocida donde acuden a morir en soledad los grandes marinos polinesios. Ello le granjea la consideración de frívolo y pone en peligro su continuidad en la Universidad, así como su porvenir como científico.
Para demostrar su afirmación, consigue que el adinerado Carl Magnunson le financie una expedición en busca de la isla. La expedición la componen 15 personas de variadas edades, color, creencias, ocupaciones y opciones sexuales. Conjunto heterogéneo pero representativo de la sociedad actual, al mando de alguien que no es europeo, ni polinesio, ni marino ni héroe, pero cuya personalidad reúne en ciernes todos estos elementos.
La expedición, comparable en principio a un crucero turístico, consigue con la ayuda del abuelo de Gunnar llegar a la isla, pero naufragan y su nave, que les hubiera permitido volver, queda inservible.
Llegados a su destino, la maestría y profundidad del autor crean un nuevo viaje, esta vez a las profundidades del alma humana y de la ética y conciencia colectiva. Gunnar es un nuevo Robinson, del que depende un conjunto de seres perdidos cuya existencia deberá organizar en un peligroso entorno.
La organización y vivencias de esta ?minisociedad de perdidos?, enfrentan a un grupo de hombres y mujeres modernos con los misterios atávicos, el instinto tribal y el descubrimiento del amor y el compañerismo.
Morris West despliega el abanico de reacciones individuales y sociales de los náufragos ante situaciones como el peligro, la convivencia, las dificultades, el ansia de poder, la disciplina, el amor, el sexo, la enfermedad o la muerte, creando un retrato magnífico de la sociedad humana y sus más recónditas motivaciones.