ZORITA LLOREDA, ENRIQUE / HUARTE MARTÍN, SEGUNDO
Ser emprendedor es descubrir oportunidades allí donde con frecuencia otros no ven nada, y lanzarse a transformarlas en empresas. Qué posibilidades tiene la idea de una nueva empresa en el mundo real, si ésta es comercializable o no, o cuál es su mercado potencial son algunas de las cuestiones que debe plantearse un emprendedor con una idea en la cabeza. Comprender como se estructura un plan de empresa, así como conocer qué elementos lo componen y cómo interactúan es lo que pretendemos.
El plan de negocio es esencial para el funcionamiento de cualquier empresa y la comercialización eficaz y rentable de cualquier producto o servicio. Su elaboración lleva tiempo, pero es tiempo bien invertido que, en definitiva, acaba por ahorrarlo. El plan de negocio proporciona una visión clara del objetivo final y de lo que se quiere conseguir en el camino hacia éste. A la vez, informa con detalle de las etapas que se han de cubrir para llegar desde donde se está hasta donde se quiere ir. Tiene la ventaja añadida de que la recopilación de información y elaboración del mismo, permite calcular cuánto se va a tardar en cubrir cada etapa y los recursos en dinero, tiempo y esfuerzo necesarios para hacerlo.
El plan de negocio resulta importante para convencer a quien convenga que asigne dinero, y otros activos al proyecto. Y, habiendo escasos recursos, hay que persuadirle de que el capital, los bienes y el trabajo se van a utilizar de la manera más eficaz y rentable y de que los objetivos no sólo son alcanzables sino que, pese a los competidores y otras posibles amenazas, se van a alcanzar. Por ello, el plan de negocio sirve también de instrumento para vender la idea a un tercero; más aún, demuestra que se controla el proyecto de principio a fin. Muestra que hay una visión clara del objetivo último y que se sabe cómo actuar en cada momento, lo que incluye acciones, costes y alternativas. Si se domina el proyecto sobre el papel, la mitad de la tarea está hecha, y los que tienen autoridad para conceder o prestar recursos estarán más dispuestos a hacerlo.
El proceso de planificación que te presentamos, no garantiza el éxito de la futura empresa, pero elimina incertidumbre o dudas sobre tu idea inicial, ya que se desarrollan y planifican, en una primera aproximación, cada una de las áreas que determinan la actividad empresarial de la futura empresa; para detectar la posible viabilidad de la misma.
Un plan de negocio es lo primero que te van a pedir bancos, inversores o instituciones cuando vayas en busca de crédito, préstamos o subvenciones. En él, debemos demostrar con datos la viabilidad de nuestro negocio.