Vivimos a nivel mundial un momento histórico complejo y conflictivo. Nos encontramos envueltos en una profunda crisis de humanidad. Hoy más que nunca necesitamos una fuerte espiritualidad que dé sentido a nuestro diario vivir, que anime la esperanza en la utopía del reino de Dios y dé vigor a la lucha por un mundo nuevo. En esta obra la espiritualidad, lejos de evadirnos de la realidad histórica, se presenta como una alternativa ético-profética de renovación y de cambio personal y social. Sin espiritualidad no hay posibilidad de un futuro esperanzador.