Los libros lo saben todo de quien los escribe, leerlos es igual
que leerle la mano a su autor. Éste, sin ir más lejos, sabe que
Rayden es tan hábil con las palabras como un lanzador de
cuchillos y que en su opinión la poesía consiste en que por ella
no pase de largo lo que pasa en la calle; también nos recuerda
que la ironía es la aristocracia del humor y que no hay destino
comparable al de encontrar quien nos diga: ¡Qué triste es ser
feliz / si no es contigo! Sus versos buscan pelea y han elegido
bando: el tuyo. Puedes fiarte de ellos.
BENJAMÍN PRADO