"«Robert, mátame o eres un asesino»: estas fueron las últimas palabras de Franz Kafka antes de morir. Iban dirigidas a Roberto Klopstock, un joven estudiante de medicina que aliviará el sufrimiento del escritor en un sanatorio cerca de Viena, mientras Dora Diamant ?la única mujer con la que Kafka pudo vivir? miraba, y todos permanecían a la espera de noticias de su hermana Ottla Kafka, la única persona que realmente lo apoyó y lo comprendió.