"Locura, lealtad, ruptura, redención, amor son acaso los alegatos que batallan en 'La dicha', y esta es mi obsesión, marginal, por darle un sentido a aquello que es de todas formas inconmesurable. ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Cuál el del arte?
Resolver estas cuestiones sería ambicioso, y La dicha dista de ser una obra que merezca explicaciones. Tal vez las tenga su autora, cuya solidez en el lenguaje, la argumentación, el tejido y el lirismo excluyen de su obra la más recóndita posibilidad de ligereza.
'La dicha' merece, eso sí, lectores sensibles, mentes abiertas, almas que, como estos adolescentes, sean capaces de dejarse llevar por la dulzura a la par que por la crudeza de la narración y vivir allí, en el espacio y tiempo donde esta novela genial y asoladora tiene lugar."
Gabriela Guerra