Negroni hace gala, en este largo poema de amor, de una distancia samurái, oponiendo a la lírica intrauterina de Luce Irigaray en Jamás la una sin la otra (también teatro entre una mujer y su madre) la meticulosa puesta en escena de una tragedia que nunca se desencadena. La jaula bajo el trapo tampoco permite una lectura en clave autobiográfica. ¨La biografía ?dice? no es más que una oportunidad para ciertas conclusiones, una desesperación, solo eso¨. Como en Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes, se trata más de un discurso estructural que psicológico. Tanto así que podríamos parafrasear el acápite de aquel libro (¨Es pues un enamorado el que habla y dice¨) y reescribir: ¨Es pues una hija la que habla y dice¨.