En 1949 Ginés Liébana contaba con veintiocho años sedientos de experiencia, belleza, arte, amor y sobre todo un profundo deseo de comprenderse a sí mismo ardua tarea en una personalidad tan creativa y compleja como la suya. Esta curiosidad vital, unida a su singular amistad con el Grupo Cántico y su afán incansable de aprender, le llevaron a iniciar una serie de viajes por Madrid, Córdoba, Sevilla, Roma, Paris, Ostia, Montelimar, Alassio y Nápoles desde el 7 de octubre de 1949 hasta el 22 de diciembre de 1950, durante los cuales fue recogiendo reflexiones personales, apuntes y bocetos en un pequeño cuaderno que al día de hoy constituye un tesoro documental, y que protegió dándole la apariencia de una obra ficticia de Jean-Paul Sartre titulada La merde, supuestamente editada por Gallimard. Las páginas de este cuaderno se llenaron de dibujos, poemas, letras flamencas que le dictaban o que él mismo se inventaba, observaciones sobre las obras de arte que contemplaba o la literatura que llegaba a sus manos, fragmentos que copiaba de otros libros, desahogos sentimentales, etc... conformando un documento literario y artístico que refleja la intensidad salvaje con la que aquel veinteañero se enfrentaba a un mundo donde el arte, el amor y la belleza se escabullían a cada uno de sus pasos de manera impredecible.