Es un libro brillante, que da voz a múltiples encarnaciones femeninas, donde la violencia confluye con buenas dosis de desparpajo, magia y una descarnada lucidez. Es una escritura sostenida por la desesperación, el trabajo lingüístico y el ritmo enriquecidos por una mirada de penetrante e infrecuente conciencia. En él prevalece un sentido de que la supervivencia de las mujeres (existencial, psicológica, vital) se logra a través del difícil logro de aprender a quererse a sí mismas.