Introducción. El marco de lo paradójico: La empresa/organización/corporación... como sistema global. Estrategia, políticas, procesos y cultura. El sistema humano/la dirección y desarrollo de personas (DDP). La dirección de personas: el liderazgo y el coaching. Conclusiones y posibles vías de actuación sobre el contenido de la parte primera del libro (capítulos 1 a 4). Nuevos horizontes internos y externos de las organizaciones: Desarrollo organizacional (DO) y calidad integral (CI). Ética empresarial y ética profesional. La Dirección por Confianza (DpC): Herramienta que permite el fluir de la organización. Epílogo.
Esta obra induce rigurosa y creativamente al directivo a redescubrir y mejorar su papel en la dirección de personas, mal denominadas recursos humanos.
El libro apoya la tesis de diferenciar claramente a las personas basándose en su talento y rendimiento, y rechazando el concepto de que sean un recurso aplicado que, además, va a ser cada vez más escaso y más difícil de mantener en el sistema empresa.
Antes de aplicar las diferentes Políticas de Dirección y Desarrollo de Personas se hace necesario saber dónde se está y hacia dónde se quiere ir y cómo. A este respecto, en este libro se cuestiona la realidad que representa una organización y se propugna el modelo dinámico que simboliza «el organizarse de continuo» (en el principio fue el Verbo...).
El entorno se nos presenta como un elemento cada vez más complejo, dinámico, incierto y paradójico y esto exige respuestas rápidas, innovadoras y fuera de la linealidad de otros tiempos.
La obra incluye un capítulo que trata sobre el liderazgo y el coaching, considerados hoy en día como conceptos claves en la dirección de personas y, sobre todo, en un «terreno de juego» de naturaleza global en el que las variables tiempo y espacio han cambiado su significado a partir de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y en el que la persona se convierte en el diferencial necesario que aporta su talento a la organización.
Además, el autor propone la confianza como el líquido que va a lubricar ese fluir continuo, y presenta el modelo de Dirección por Confianza (DpC) como instrumento práctico competencial que se debe utilizar en cualquier tipo de organización.