Casi cuatro años después de su último libro, Infiel a los disfraces, el poeta Fernando Sanmartín publica El llanto de los boxeadores, un poemario sin concesiones al alarde en el que se huye del esnobismo y de la banalidad que en muchos casos está acabando con la poesía. Es la consolidación de la voz poética de Sanmartín, una de las más personales dentro de la espléndida nómina de autores con los que cuenta Aragón en estos momentos.