En este libro, a medio camino entre el ensayo histórico y el análisis biográfico,
Fernando Molina Aparicio estudia la experiencia patriótica de Mario Onaindia
(1948-2003) o, como denomina este historiador, su biografía patria. Una biografía que demuestra no sólo la dimensión íntima y personal que tiene la nación en todo individuo, sino también cómo esta puede formar parte de un aprendizaje complejo de la libertad. Un aprendizaje especialmente estimulante en una sociedad como la vasca, fracturada y herida por un fenómeno de violencia nacionalista que la ha afectado desde hace más de cuatro décadas y que constituyó, en Mario y tantos otros miembros de su generación, un trauma generacional con el que hubo de tratar a la hora de concebirse como parte de una nación.