Era un matrimonio de pega. O, al menos, esa era la idea
Nell necesita dinero para pagar su préstamo universitario y Luke para salvar su bar, así que se apuntan a un reality donde pueden ganar un millón de dólares. Las reglas son sencillas: deberán casarse, aunque no se conozcan de nada, y competir contra otras parejas en retos por todo el país. Ah, y está prohibido enamorarse. Parece fácil, Nell y Luke no podrían ser más diferentes, pero ¿podrán respetar las reglas?