Alfonsina Storni se ganó la reputación de mujer independiente. Sobrellevando a lo largo de su vida una compleja situación económica y siendo madre soltera, Storni clamaría contra los prejuicios sociales y la moral patriarcal postcolonial. A sus obras trasladó sus más hondas reivindicaciones, sentires y pesares, llegando a ser reconocida en Argentina con el Segundo Premio Nacional de Literatura y destacando como una poeta de extrema sensibilidad y agudez crítica.
Dentro de la producción literaria de Storni, Mundo de siete pozos emerge como un poemario el penúltimo que publicaría que se aleja de la influencia romántica para abrazar su propio estilo vanguardista, marcado por una visión profundamente oscura, irónica y angustiosa de la realidad, fruto de los cuadros depresivos y de paranoia que con frecuencia experimentaba. Dedicado a su hijo Alejandro, nos revela a una poeta atrevida y más abstracta, que se sumerge a través de sus creaciones poéticas en su propio dolor y sufrimiento, anticipando su muerte y dialogando sobre el destino humano desde su sentido de la soledad. En síntesis, una obra que merece ser recuperada al mostrar a la Alfonsina más íntima y poéticamente consolidada. Tras su lectura, Gabriela Mistral sentenció: «Poetas como Storni nacen cada cien años».