En el invierno de 1930, llegan a un barrio rural de Zaragoza Joaquina y su marido, un clarinetista y sastre de profesión llamado Mariano. Va a hacerse cargo de la exigua banda municipal de esa localidad de gente trabajadora, mayormente agricultores sin formación. Enseguida conocerá a los que han de ser los miembros de su banda: gente ruda y sin formación musical y de los que deberá ganarse su confianza.