La poesía crece en los intersticios del sentido y en la sombra de la verdad. En el «entre» que separa dos significados. Y en cualquier «entre». Estos poemas, que tratan de un puente, son ellos mismos una colección de acasos, tentativas y retracciones. Poesía en estado puro, cuya lectura nos devuelve a la perplejidad de saber mucho sin saber qué.