La adolescencia puede vivirse sin malos rollosPor más que lo parezca, no es obligatorio que esa fase inevitable de la vida tenga que ser un suplicio para padres e hijos. Atravesarla sin hacer dejación de las responsabilidades paternas tampoco implica necesariamente destruir o deteriorar de forma grave la relación entre ambos. Es posible cambiar esa dinámica infernal y salir de ella reforzados como familia, mejorados como personas, comprendiendo mejor a nuestros hijos y, en el proceso, conociéndonos mejor a nosotros mismos.
Aunque a veces tu hijo se comporte como un extraterrestre incomprensible, y pese a que los conflictos, el dolor y el resentimiento sean el pan de cada día en la relación, no te rindas, porque aún estás a tiempo de arreglarlo. Éste es el mensaje que Vicent nos transmite en este libro, junto con un compendio de conocimientos, técnicas y recursos de probada eficacia que nos orientan hacia esa dirección.
Siguiendo sus consejos adaptados a distintas tipologías de adolescentes verás con multitud de ejemplos reales cómo se pueden sentar las bases de una comunicación sana y cimentada en el amor, y de qué forma incluso adolescentes intratables asumen responsabilidades negociadas y aceptan límites sensatos. Pero para eso hay que atreverse a romper con falsas ideas preconcebidas y a mirar a nuestros hijos desde una perspectiva renovada; sólo así será posible construir un vínculo más fuerte, respetuoso y enriquecedor.