O??assa. Tres sílabas, el rastro de algo muy antiguo, algo que anunciaba el continente de una lengua desconocida.
Como un cometa que pregonara a su paso toda una nueva galaxia.
O como el sonido de las olas cuando la playa aún no está a la vista.
Al decirla, rompe en el dique de la boca, se filtra sibilante; tres sílabas que al terminar de pronunciarse retroceden y se encharcan en la garganta, esperando la próxima marea.
El mar se dice mejor en palabras que no son nuestras.
Adalber Salas Hernández es poeta, ensayista, traductor. Autor de los libros Salvoconducto (XXXVI Premio de Poesía Arcipreste de Hita; Valencia, Pre-Textos, 2015), mínimos (Madrid, Amargord Ediciones, 2016) y La ciencia de las despedidas (Valencia, Pre-Textos, 2018), así como los volúmenes de prosa Clarice Lispector: el lugar de la poesía (Santiago de Chile, Ril Editores, 2019) y Palabras sin dueño. Variaciones sobre la traducción literaria (Ciudad de México, Dirección de Literatu-ra UNAM / Periódico de Poesía, 2019). Ha publicado traducciones de Marguerite Duras, Antonin Artaud, Charles Wright, Mário de Andrade, Hart Crane, Pascal Quignard, Mark Strand, Lorna Goodison, Louise Glück, Yusef Komunyakaa, Anne Boyer, Shara McCallum, Frankétienne y Patrick Chamoiseau. Ha publicado las antologías Ai margini di un mondo sconosciuto (Roma, Edizioni Fili dAquilone, 2018; traducción de Alessio Brandolini) y De ningún viaje se vuelve (Guadalajara, Mantis Editores, 2019).