Una guapa y joven prostituta aparece brutalmente asesinada en su apartamento de Grenwich Village. El
supuesto asesino es su compañero de piso, un inestable muchacho gay al que encuentran en la calle cubierto de la sangre
de la víctima. Después de ser detenido, se ahorca en su celda. Caso cerrado. O no. Porque el padre de la chica acude al
investigador privado sin licencia Matthew Scudder para que busque respuestas, para que indague en la vida y la muerte
de su hija. Scudder irá descubriendo detalles sobre la chica, entre otros que su supuesto asesino la quería como a una
hermana.