TRAS HABERSE CRIADO VIVIENDO EN MOTELES BARATOS Y VIAJANDO DE CIUDAD EN CIUDAD CON SU HERMANA Y SU MADRE, CHEYENNE AGRADECÍA PODER MANTENERSE POR FIN A SÍ MISMA. SIN EMBARGO, CONTINUABA INQUIETÁNDOLA EL MISTERIO DE SUS PRIMEROS RECUERDOS, PRESIDIDOS CASI