A plena luz del día, una potente bomba explota en el desierto de Nevada. Poco tiempo después, el agente del FBI Alex Cross recibe la llamada de un hombre responsabilizándose del atentado. Se trata de El Lobo, uno de los criminales más peligrosos del mundo. Su sincera confesión pone en alerta a todo el FBI y a las autoridades de Nueva York, Londres y París que reciben graves amenazas terroristas.