Hace veinte años, el primer manifiesto por la filosofía de Badiou se alzaba contra el anuncio del ?fin? de la filosofía, y proponía sustituir esa problemática del fin por la consigna ?un paso más?.
La situación ha cambiado. En aquella época, la filosofía estaba amenazaba en su existencia; hoy en día, se podría decir que también está amenazada, pero por una razón inversa: está dotada de una existencia artificial excesiva. Hoy es universalmente convocada para disertar sobre la ética, el derecho y el deber. Todo el problema, según Badiou, reside en que se entiende por filosofía justamente aquello que es su más antiguo enemigo: la moral conservadora.
De ahí que este segundo manifiesto intente desmoralizar la filosofía, invertir el veredicto que la abandona a la vacuidad de ?filosofías? tan omnipresentes como serviles. Restablece aquello que puede iluminar la acción y que lleva a la filosofía más allá de la figura del hombre y de sus ?derechos?, más allá de todo moralismo, hasta ese punto donde, en el claro de la Idea, la vida deviene algo totalmente diferente de la supervivencia.