"Andrea era una veinteañera impetuosa y atrevida cuando levantó lo que se convertiría en su gran proyecto vital junto con su mejor amiga, Nieves: un estudio de arquitectura. Dos mujeres jóvenes y valientes que se enfrentaban solas a un mundo de hombres. Cuarenta años después, Andrea sigue sintiéndose igual de joven y de valiente, pero la sociedad se empeña en apartarla. Con la incómoda sensación de que ya no sirve para nada, ve pasar los días, uno tras otro, desde la cristalera de su bonito piso barcelonés.