Ser místico supone vivir una fe auténtica, entendida como una adhesión personal a Jesucristo. Cada uno tiene que vivir su fe como un encuentro personal con el Señor como Salvador. La fe de los cristianos de hoy tiene que ser una fe muy personal, muy claramente decidida y mantenida, una fe que configure la vida entera. Y todo eso, se puede lograr perfectamente siendo simplemente cofrade, sin que ello suponga postergar, renunciar o minusvalorar las más fecundas, hermosas y genuinas formas de expresión de nuestra religiosidad. Unas formas que, a lo largo de los siglos, han hecho de nuestras cofradías lo que hoy son. Esa manera de expresar nuestra fe sigue siendo, precisamente por su fuerza, un factor de atracción para muchos que hemos de aprovechar. AUTOR Ignacio Pérez Franco, abogado nacido en Sevilla en 1963. Amante de la Semana Santa ha sido Hermano Mayor de la Hermandad del Baratillo y hermano además de la del Gran Poder y la Carretería. Ha pronunciado, entre otros, la meditación ante el Cristo de la Caridad de Santa Marta o el pregón de la coronación de la Virgen de Regla. Fue designado