¿Qué pueden decirnos del mundo y de nosotros mismos Adele, la pococonvencional viuda de un pastor, y su criada Alma, habitantes de unaremota aldea finlandesa de principios del siglo XX? Gracias alapabullante virtuosismo de la narración de Marja-Liisa Vartio, todo, o casi todo. En estas páginas escritas en estado de gracia, aprendemossobre los secretos, las mentiras y las medias verdades; sobre amores,odios y rencores; sobre la locura y el aislamiento, pero también sobre el consuelo que nos concede la naturaleza y sobre la importancia desentirnos acompañados.
En el corazón del libro late tambiénla pasión por los pájaros: el pastor era un hombre cultivado y unexquisito ornitólogo, obsesionado con la colección de aves que habíalogrado reunir. Considerado un excéntrico entre sus feligreses, eraigualmente reconocido como un hombre sabio, elevado. Pero todocambiará cuando él muera y sea una mujer, su viuda, la heredera de esa colección... Pues en «Suyos eran los pájaros» son tan importantes los pájaros como el posesivo que encabeza el título: ¿quién posee lascosas? ¿Por qué pasan de padres a hijos? ¿Qué o