Viento del norte, galardonada con el Premio Nadal sitúa a Elena Quiroga en primera línea de la narrativa española. Siendo pelirroja, no tenía pecas en el rostro, ni era blanca de cutis, sino del color moreno de la tierra cuando la abren para arrojar la semilla al surco. En La Sagreira, un pazo al norte de Galicia, nace Marcela, hija de una madre que la abandona y un padre sin nombre. Álvaro de Castro, el amo, la acoge en la casa y encarga su cuidado a la vieja Ermitas. Marcela crece feliz cerca de la naturaleza, libre y salvaje, pero La Sagreira es un lugar hermético que no perdona la mancha de su procedencia: su único hogar es también un entorno hostil, cubierto de supersticiones, rechazos, habladurías y celos. Con el paso de los años, Álvaro se sentirá atraído por ella, y esta inclinación amorosa, como el fuerte viento del norte, hará tambalear los cimientos del pazo y su rígida jerarquía. Quiroga construye personajes de una gran profundidad, aquejados por un dolor que será transversal en su obra: el de la soledad y el silencio. A través de Marcela y Álvaro, sus protagonistas, y el conflicto entre ellos, l