Miguel Serrano, en su búsqueda más profunda llegó a encontrar una conexión simbólica que fue encarnada en la Reina de Saba. Dicha deidad femenina, a pesar de mostrarse con diferentes rostros y máscaras, es la máxima expresión del alma en la concepción de lo divino femenino, concebida como iniciadora y reveladora de lo sacro en el hombre. Nos encontramos ante una de las principales obras de Miguel Serrano. Traducida y publicada en muchos idiomas, prologada por Carl Gustav Jung, siendo esta la única vez que el famoso profesor presentó una obra puramente literaria. Un relato mágico, un sueño dentro de otros sueños, según este lo describiera, donde aparecen figuras míticas y arquetípicas como el rey Salomón, Melquisedec y la Reina de Saba en un entorno de milenaria antigüedad, y donde la poesía, la filosofía y el esoterismo confluyen de manera mística.