Año 1926. España acoge por primera vez el Congreso Mundial de Geología. Dusan Novotny, miembro de la delegación checoslovaca, cae perdidamente enamorado de una misteriosa mujer que irrumpe entre toda la comitiva de congresistas. Amalia Spadafor amaga con seducir a Novotny con el velado propósito de que la ayude a materializar una obsesión: el descubrimiento de dos fabulosas gemas que pertenecieron a una princesa rusa y que los mentideros de la Revolución soviética sitúan en la Sima de Cabra.
Muchos años después, en el inicio de la carrera espacial entre rusos y norteamericanos, Franco se decide a emprender su primer vuelo transoceánico. Sin embargo, su avión desaparece en el Atlántico, creando su ausencia un vacío que acelera la colisión entre las fuerzas del Régimen y aquellas que impulsan la reinstauración de un Estado de Derecho. En ese arriesgadísimo equilibrio para minimizar la violencia y contener los fantasmas del pasado, finalmente Julián Grimau es elegido como presidente de la III República. Entre todos los problemas internos y los albures de la geopolítica que hereda Grimau, resurgen las enigmáticas gemas como elemento clave para contener los amagos de una nueva guerra civil.
Amador Palanca, un médico internista de querencias donjuanescas, se convierte a su pesar en el nuevo buscador de tan quiméricas joyas; convenciéndose, a medida que va encajando las piezas del puzle, de la importancia que tiene su hallazgo para la propia evolución de este país.
