Esta novela narra la destrucción de Aliahoya, una ciudad que encarna los más altos logros artísticos y espirituales de la cultura humana. El desastre es el resultado de un imparable proceso de descomposición social y política, descrito de modo minucioso, a veces con gran crudeza por Michel Henry. Todo este proceso es narrado por Sahli, el protagonista, que siente un amor ciego por Aliahova y por Débora, una misteriosa mujer que se niega a abandonar su ciudad y en cuya compañía nos introduce en el corazón de una reflexión política sobre los peligros de la destrucción de una civilización.