AA.VV
Los autores que incluye esta antología no son los clásicos cronistas de policiales, sino aunque jamás caigan en el amarillismo los primeros escritores gore de Latinoamérica y el Caribe, comisarios que han leído a Poe y a Baudelaire y están fascinados por los gangsters de Hollywood, expertos en psicología criminal capaces de descodificar las sofisticaciones lingüísticas del caló y describir la ciencia y la técnica de la falsificación de billetes y el robo profesional. ¿Qué hace Amado Nervo, el romántico autor de La amada inmóvil, merodeando por la morgue judicial en busca de la víctima que le permita escribir una buena crónica? ¿Cuál es la hipótesis que Rubén Darío tiene sobre un crimen que conoce solo por los diarios? ¿No está José Martí un poco obnubilado por Jesse James? Es que el delito, ya sea para sus practicantes como para sus cronistas, no quita el estilo ni la pasión.