Siglo X. El príncipe heredero Abd al-Aziz encabezaba la embajada que llegó a Córdoba enviada por su padre, el emir de Creta Suhayb II, y al verse frente al arrasado arrabal de Sequnda, del que un siglo antes fueran expulsados sus ancestros por al-Haqem I, sintió el peso de la Historia y meditó: Jamás estuve antes en Córdoba, ¿por qué me siento entonces como si nunca me hubiera ido?
Pero decidió retornar a Creta y asumir sus responsabilidades después de jurar sobre aquellas sagradas ruinas que, el día doloroso en que debiera suceder a su padre, elegiría como sobrenombre al-Qurtubi, el Cordobés, para que su pueblo siempre tuviera presente que el olvido de su pasado los condenaría a perder Creta como un día aciago perdieron Córdoba. Y Bizancio acechaba.
Esta novela, 2ª parte de La Estirpe del Arrabal, narra los hechos de Abd al-Aziz I al-Qurtubi, el último Emir andalusí de Creta sus amores, sus pesares, su justicia certera, su venganza y en paralelo nos ofrece las conmovedoras historias de amor de su hijo Al-Numan con Bahã, y de su hija Yannã con Karim al-Mundhir, el héroe militar que incluso Bizancio admiró bajo el nombre helenizado de Karamountes. Y, además, traiciones, intrigas, gestas, batallas
Carmen Panadero, autora de novelas como El Collar de Aljófar, La Cruz y la Media Luna o El Halcón de Bobastro, nos brinda una vez más esa aleación de Historia y ficción que constituye la genuina novela histórica.