Continuamente encontramos detractores y partidarios de la investigación genética.
Probablemente, los primeros, impulsados por el miedo al uso indebido que de la misma podría hacerse, que podría conducir, incluso, a la propia extinción del ser humano;
posiblemente, los segundos, por el deseo de mejorar ciertos aspectos que afectan negativamente a la calidad y duración de nuestra vida.
Esta novela, dentro del género de ciencia ficción, se introduce de lleno en esta disyuntiva, pero lo hace desde una historia que, a buen seguro, sorprenderá al lector, manteniéndole
intrigado hasta el final de la misma.
La obra es la continuación de "El Laboratorio Humano". Si ésta le sorprendión, no lo dude, lea "El Laboratorio Humano II", y comprobará que no siempre
es cierto aquello de que "segundas historias nunca fueron buenas".