Con la mezcla de sabiduría y amenidad a que nos tiene
acostumbrados, rüdiger safranski
traza en esta obra la biografía del Romanticismo -ese excepcional movimiento
que eclosionó en el paso del siglo xviii
al xix-
a través del retrato y del análisis de autores como Herder, Fichte, Schelling,
Hoffmann o Schiller. A continuación explora la continuidad y pervivencia hasta
la actualidad de «lo romántico»: una actitud que, en palabras de Novalis,
consiste en conferir a lo ordinario un sentido más elevado; a lo conocido,
dignidad de desconocido, y a lo finito, una apariencia de infinitud. El autor
ilustra los multiformes avatares de lo romántico tanto en la obra de músicos
(Wagner), filósofos (Nietzsche, Heidegger) o escritores (Rilke, Mann), como en
la política degenerada del nazismo o en los ideales radicalizados de Mayo del
68.
safranski nos descubre que si el movimiento
romántico nos sigue fascinando en la actualidad probablemente se deba a que sus
autores ya intuyeron las tensiones a que hoy debemos enfrentarnos: el imperio
de la técnica y la nostalgia del retorno a la naturaleza, la desdivinización del mundo y la ironía como consuelo ante el
dolor de la existencia.