Un Dios de maíz pretende recrear la vida del cordobés Andrés Fernández Lindo, quien como otros tantos españoles marcha de sirviente a las Indias en compañía de D. Diego Varcárcel en los albores del siglo XVII.
Su contenido nos irá acercando a su ciudad natal donde su padre tiene un taller textil y se desarrollan los primeros años de su vida, con sus inquietudes, amistades...
Conoceremos los requisitos y preparativos que eran necesarios para emprender estos viajes, así como las diversas vicisitudes por las que pasa.
Les acompañaremos en la dura y peligrosa travesía del océano hasta llegar a Portobelo. Cruzan el istmo de Panamá y continúan navegando hasta llegar al puerto del Callao (Lima).
Su estancia en el gran virreinato de Perú le servirá para irse curtiendo como comerciante y como persona. Se le encomienda y debe afrontar una difícil misión.
Después decide irse al otro virreinato importante de Nueva España (México), donde se instala definitivamente como comerciante en Puebla de los Ángeles. Allí se compromete para buscar solución a un problema en esta ciudad.
Llega a conocer las técnicas indígenas para realizar imágenes con la médula de caña de maíz. Atraído por sus creaciones, decide encargar una imagen de un crucificado, que enviará para su querida hermana Francisca.
Este libro quiere reconocer la figura del hombre que hizo posible la llegada del Cristo de Gracia a Córdoba cuando se celebra el cuarto centenario de tal acontecimiento.